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Paca
corretea por el piso , esta todo perfecto , los tapetes de crochet , los reposabrazos de punto
tunecino , que luego tendrá que lavar con esmero , pero ya tiene preparado el
“Perlan” , pañitos de punto de cruz , la
soledad cunde y es tan habilidosa , sabe que durante la reunión habrá frondosos
comentarios , las cortinas floridas y re colocadas con el cordón dorado , los geranios reventones
del balcón , los santos y las virgencitas inmaculados , les ha lavado la ropa
como a las “Barbies” , los crucifijos , y junto al retrato de su madre , en la cómoda
, el rosario , mil veces sobado , mil veces rogado , y mil veces perdonado por
no dar , como la primitiva y el euro millón.
Paca
es esdrújula, todo en ella parece oreado, puesto a secar, huesuda, nariz con
curvatura de tucán, aguileña, rodillas
picudas, zancuda y sin muslo, garza
pura.
Una
eterna rebeca azul, solapa contra solapa y las manos sujetando el conjunto,
arropando pliegues que fuesen pechillos también secos. La mujer deshidratada,
uno piensa que si se la pudiese meter en la máquina de hidratar señoras ,saldría Sofía Loren , pero no se puede.
En
la mesa redonda del salón, con dorados casi funerarios en las patas , y garras de
león en el final de estas , entre los dos balcones Paca , Dispone la merienda.
Saladitos
, empanadillas de atún , croquetas de jamón , barritas de hojaldre con bacón ,
cacahuetes y almendras , aceitunas y unos platitos con mejillones escabechados
, de los gordos , pero de los que tienen coñete peludo , en la mesa supletoria
los licores y unas copitas italianas que le trajo su hermana la casada, de Milán.
Pacharán,
Anís del mono y Cointreau, a, y Licor de las monjitas Angustias de Calatrava
para María Antonia.
Y
por si se tercia, la Eraclio Furnier, y nueva como en los casinos.
La
primera en llegar es Gloria , como siempre , vive a dos calles , tan diferente
, gordita , con predominio de formas redondeadas , esféricas y mollujosas ,
todas muy juntas , se la podría dibujar juntando muchos círculos , pelo
ensortijado , con un peinado como uno de esos cascos de moto de los viejos, mucha
laca , acartonado , bracitos cortos , de los bailones , carnes sueltas , muslos
de pollito agrandado , paloma torcaz , cinturita y pechugona , sus mejores
bisuterías , las mas doradas , los cristales más gordos , diamantes como muelas
de pastor alemán , abrigo de astracán y pañuelo de seda , imitación italiano ,
hecho en Valencia de don Juan .
Se
sientan las dos en el sofá con las piernecitas juntas, parecen el palillo y la
aceituna.
Gloria
tuvo novio, durante trece años, pero cuando se comento lo de la boda salió por pies,
ahora vive en Hannover, en aquellos años de NO relaciones prematrimoniales no
se cataron, y gloria se quedo sin desflorar, como un frasco de melocotones
rollizos apretados entre sus jugos, de almíbar y de pasión.
Su
padre la dejo un negocio de telas, lanas y cosas para las labores, le va bien,
pero está soltera y las previsiones de momento,
son que por muchos años.
Suena
el timbre, Paca se levanta como un resorte, Gloria se asusta un poco, dice.
-Huy.
Paca
sale disparada a recibir a otra visita, van a ir llegando según lo previsto, es
Caty, la peluquera, la más joven.
Gloria
se levanta cuando Paca y Caty entran en el salón , las tres entran en un
extraño proceso recesivo a los catorce años y dan palmaditas , saltitos y
chillan a la vez , no sé por qué , se dan besos de esos a distancia , cosas que
hacen las señoras , es muy curioso , aproximan las mejillas , pero a unos cinco
centímetros , y hacen una flexión de cadera , sobretodo Caty que es más alta y
al inclinarse alejan el culo con las manos en alto como si temiesen estropearse
las uñas recién pintadas , las mejillas no se llegan a tocar , por eso lo llamo
“Beso a distancia” , supongo que por miedo a quedarse pegadas por el maquillaje
, o a craquelarselo , depende de la marca , además cada una conserva su
distancia haciendo valer su aureola de perfume , capsula vaporosa como una nube
, que en el caso de Caty , excesiva ,va dejando mechones plumosos de olor por
donde pasa.
Caty,
como decía es la más joven, pero ya hace al menos cinco o seis años que se le ha
pasado el arroz, aunque ella no está dispuesta a admitirlo hasta que sea
demasiado tarde para efectuar una retirada honrosa, sus pechos de buen tamaño y
forma ya tiemblan, señal inequívoca del paso de los años y de la realidad
gravitatoria de las leyes de Newton.
El
escote es un balcón florido dispuesto con sus frutos maduros, en el reino de
los ciegos el tuerto es el rey y, ella lo sabe. La cintura del vestido, se ha
sacado ya un par de veces, en su día fue más estrecha, pero a falta de hombre, una,
acaba dándole al tigreton y eso al final…. ya se sabe.
Es
de fuertes piernas , pero no llegan a ser de esas de ,” Hala , valla piernas” ,
en realidad Caty se queda en todo raspada con un CASI , porque , su cara
muestra rasgos agradables, Casi guapa,
pero su nariz es demasiado grande, si no tuviese esa curvatura, sería casi
bonita, además el pelo es casi moderno, pero de cuando los ochenta correteaban
con vigor, han pasado 20 años, y la altura, casi alta, pero no llega, se queda
en chaparreta, y luego está la verruga,
no es el lunar de Marilin, es la verruga de Caty , casi.
Se
sientan las tres, pero Paca como si se hubiese activado otra vez el resorte,”
Doing “ , se pone en pie , se estira la
falda y se dispone a acercar bandejitas
, Gloria se vuelve a asustar , se pregunta si han llamado a la puerta.
Las
tres degustan croquetas grumosas, no de jamón, de paletilla algo rancia, pero
alaban con gestos teatrales los aperitivos , Paca sirve copitas de vino blanco,
sin preguntar, es lo que hay.
Las
tres hablan a la vez, cortándose unas a otras y de vez en cuando ríen escandalosas,
a veces solo por tonterías, llaman al timbre, Paca activa su resorte mecánico y
Gloria se asusta , dice “ Huy” , a Paca tanto Huy le empieza a cargar , se
alisa la falda y corretea a la entrada .
Paca
Anuncia la entrada magistral de María Antonia , pero da igual es tan
escandalosa que su esplendor fonético se puede advertir desde el portal , Caty y Gloria se miran , ya saben que es
ella , entra en el salón como un miura , pero no cornea , de momento ,
voluminosa, alta, quizá quitando a la astilla de Paca, la más alta, con uno de
esos vestidos tipo Demis Roussos, es decir un tonel vaporoso, y con su ímpetu
sureño se menea alegre y resoluta, sus pechos son tan grandes que la mantienen
mucho más lejos de cinco centímetros en el extraño ritual del beso distante, María
Antonia suda , siempre suda y entre los cantaros lleva un pañuelo absorbente ,
de vez en cuando lo saca , con la habilidad de alguien que ha hecho muchas
veces algo, como los farmacéuticos cortando el cartoncito punteado de los
medicamentos , clavan aquí , clavan allí , doblan por aquí , lo pegan en el
celo y después en la receta , inténtalo tú, y a la velocidad que lo hacen ellos
, y el pollero , haciendo filetes de un contra muslo de pollo , dos certeros
cortes , después meten el cuchillo , sacan el hueso y plis plas el rollizo
montoncito de carne de pollo se convierte en dos filetitos, anónimos virtuosos,
como María Antonia con sus pechos, inténtalo tu, bueno mejor no, ella los
manipula, aparta, seca y recoloca mientras te cuenta algo ensortijado de
risotadas y gestualmente enrevesado , no te has dado cuenta, pero lo ha hecho
otra vez.
María
Antonia ataca las viandas, mientras cuenta sus cosas , tiene también la habilidad de hacerse con los mejores
bocados, esa anatomía no se la han regalado, las otras asienten, Gloria,
también gordita, pero sin terminar la carrera de gorda oficial, y por supuesto
sin tesis doctoral se ha quedado en polluelo, amedrentada la mira y se pasa una
uña discretamente por el labio inferior, primorosamente pintado, quiere
quitarse un burruñito de atún, pero en realidad es María Antonia quien lo tiene,
una empanadilla a explotado en su boca, Gloria sufre en ese momento una
situación psicológicamente curiosa a nivel gestual, es como cuando vas en el
asiento del copiloto y el conductor va demasiado rápido y tú en una curva
frenas un freno imaginario, a Gloria le angustia el burruñito de atún y inconscientemente
intenta quitárselo de su labio.
Llaman
a la puerta, esta vez Paca no se levanta, no asusta a Gloria, que ya tiene bastante,
porque están todas de pie. En la puerta se escuchan saludos, entra Paca con la nueva,
la que faltaba, Sole.
Todas
la rodean como una manada de lobas a un corderillo asustado. Hablan a la vez y
ella atiende a una y a otra , se besa a distancia con una mientras le coge el
brazo a otra , quizá algo fuerte , no tiene manos , en su lugar unos garfios metálicos
sobresalen de las mangas de la chaqueta de su traje pantalón , y no controla bien
su fuerza. Es la más elegante , la que menos se pinta , la que menos laca usa ,
la colonia justa , más bien perfume , es
la única que ha catado varón , por decirlo así , la única pletórica .
Sole
estuvo casada, o arrejuntada, era maestra, pero tuvo un accidente de moto con
su chico, un señor calvito pero bien cuidado y atlético, el murió, y a ella se
le murió el amor y las manos.
Tiene
pensión de invalidez y algunas acciones de telefónica, vive modestamente pero
no se priva de nada.
Las
cinco se sientan en la mesa redonda del salón , la que está entre los dos
balcones , excepto Paca , que es un culo inquieto y ha ido a la cocina para
reponer viandas , desde la llegada de María Antonia las reservas se han mermado
bastante , trae tortilla de patatas cortada en taquitos ,con un palillito
clavados en cada trozo , parece una manada de toros bravos que ya vienen de
serie banderilleados , un bol de patatas fritas , cortezas de cerdo, pulpo a la
gallega y migas, algunas se ven obligadas a levantarse a ayudar, María Antonia
no, tiene acorralada a Gloria, por fin se sientan otra vez .
Comen,
cotillean, ríen, cotillean mas y comen otra vez, Caty abre una botella de
ribeiro fresquita, la tercera y ayuda a Paca a servir, Sole sujeta un vaso de dúrales
entre sus tenazas mecánicas , y todas la miran de reojo, con miedo, o quizá con
la esperanza de que el vaso explote por la excesiva presión de su mano metálica.
Apuran
el ribeiro y Paca empieza a servir licores, un Cointreau con mucho hielo para
Caty, Gloria se decanta por un anís del mono, Paca se pone un generoso chorro
de pacharán, Sole sigue con el vino y María Antonia se toma el primero de
muchos chupitos de licor, el de las monjitas
angustias de Calatrava, son lo que se llama chicas de chispa rápida y entre los
vinos y los licores empieza a llegar la hora de los chistes y comentarios
picantones, de pronto se activa el resorte de Paca y Gloria se sofoca, otra vez
asustada, Paca golpea ridículamente su copa de pacharán con uno de los
tenedores del pulpo feira, finalmente todas callan, excepto alguna ventosidad
superior producida por María Antonia, que se pone una mano en el pecho, como el
caballero, y dice perdón.
-Queridas amigas, hoy es el día, ya sabéis
cual es el motivo de nuestra reunión, ni más ni menos que llevar a cavo nuestro
plan.
Las
cinco mujeres aplauden una vez que Paca termina su estudiada locución y se
sienta , está un poco pedo y tiene los ojos un poco vidriosos, se sienta tan al
borde de la silla que casi se cae, María Antonia se levanta, la mesa bajo su inmensidad
parece un comedero de pienso rodeado de gallinas .
-A si es, chicas, lo hemos estudiado mucho,
juntas y cada una por separado, y ha llegado el momento, hoy, ¡vamos
a comprar un señor!
Todas
asienten, aplauden y se sirven más licores.
María
Antonia apura el licor de las monjas, Gloria le sirve otro, la oronda mujer
continua.
-Caty ha puesto un anuncio en el escaparate
de su peluquería, Gloria lo ha hecho en su tienda de telas, yo le he pedido a
mi cuñado que es sastre que ponga el anuncio en su máquina registradora, tiene
una sastrería muy elegante –Asegura -, Paca a pedido a su primo que haga lo
mismo en el supermercado y Sole se ha ocupado del anuncio del periódico, lo más
importante.
Todas
aplauden y cuando lo hace Sole se produce un extraño clamor metálico de metal
contra metal.
Sole
se levanta, ahora aplauden las demás y el sonido se hace mas cárnico. Lee el
diario abierto por la página de contactos,
que sujeta entre sus dedos metálicos, uno de ellos se mueve como si
tocase el piano, ella comenta que se lo tienen que regular, todas asienten como
si fuese de lo más normal.
Queridas
amigas, espero que os guste, dice así.
Se compra señor de buena familia, correcto y limpio, culta conversación,
galante, y de atlética constitución….- Sole hace un alto y explica.
-He puesto atlético, hay que tener en cuenta
que somos cinco, un esmirriado no va a poder con todas.
-Ya puede ser atlético, tendremos que turnarnos,
un día cada una, y que el pobre descanse los fines de semana, además para salir
por ahí, es mejor entre semana.-Dice Caty.
Todas
asienten, las parece del todo razonable, Sole continúa.
……y
resistencia física, dispuesto a arrumacos y ñoñerías, caricias y dilatados
preámbulos amatorios, - importante- , apostilla Sole, también esta vez asienten
todas.
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Aplausos,
Sole, inclina la cabeza como si se tratase de un director de orquesta.
-¿Y bien? –Dice María Antonia.
-Bueno , solo ha contestado uno , es de Mota
del marqués , tiene 58 años , viudo , farmacéutico y campeón nacional de tiro
con arco , se llama Cartavio , mide un metro sesenta y cinco y pesa 71 kilos ,
ha sí , habla francés fluido y es experto en bailes de salón.
Algarabía,
aplausos y vítores para Sole, se diría que ha cortado las dos orejas y el rabo,
aunque este último solo en sentido figurado.
Paca
se levanta con su acostumbrada rapidez , se alisa la falda de la que caen
algunas miguillas y se hace paso entre las señoras , en las puertas bajas del
aparador guarda el bingo , lo saca con caja y todo y lo lleva a la mesa , se
produce un gran silencio , no se oyen ni las tripas de María Antonia , la caja
del bingo es depositada en la mesa como si fuese la reliquia incorrupta de un
santo venerado , todas miran y Paca abre la caja y saca el artefacto giratorio
con las bolitas dentro , retira la caja y sienta,
-Bien amigas , ahora sacaremos cinco bolas ,
las iré entregando a cada una empezando por ti Caty , después Gloria , María
Antonia , Sole y después yo, la que saque la bola con un numero más pequeño
será la primera en salir con el señor , y así hasta la última que tenga el más
alto.
Todas
estuvieron de acuerdo, Paca como anfitriona y propietaria del bingo saco una
bola después de accionar la manivela.
Se
la entrego a Caty , era el 43 , después saco otra y se la entrego a Gloria ,
era el 21 , luego le toco a María Antonia y a esta le toco el 31 , parecía que
ya se iba viendo , Gloria temblaba , la siguiente bola fue para Solé fue el nº
79 , se alejaba de la primera posición , la última bola la saco Paca y se la
quedo , tenía el nº 36 .
El
ranquin quedaba así , la primera en catar al de Mota del Marqués seria Gloria ,
que no estaba muy segura de estar a la altura, estaba pálida y abrumada por la
responsabilidad que le había caído encima, pero que por nada del mundo
desaprovecharía, después la cita se produciría con María Antonia, las demás
mujeres no tenían muy claro si el hombre sobreviviría, pero en el caso afirmativo
pasaría el relevo a Paca, la anfitriona, no estaba mal, porque después de María
Antonia, Paca seria como un postre, y al señor supuestamente le llegaría el brío
para culminar, luego venían el sábado y el domingo, se recuperaría, porque la
siguiente era Caty, la más joven briosa y peleona, estaba muy bien que se
recuperase un poco, ella pensaba dar guerra y en su imaginación ya veía algunas
escenas que no estaba dispuesta a compartir con sus amigas, la ultima seria Sole,
quizá el, llegase maltrecho a la cita, pero ella también lo estaba y además era
la menos necesitada y la mas experimentada, quizá en las primeras citas se
conformase con una buena cena aliñada con buena conversación.
La
tarde se hacía noche, el juego se había terminado, ellas eran aves tempraneras
y cada una tenía un nido solitario al que volver, no había señor de Mota del Marqués,
nadie había contestado a ningún mensaje, no existía ningún anuncio en el diario,
y desde luego no se había puesto ningún cartel, ni en la sastrería, ni en la peluquería,
ni en el supermercado y tampoco en la tienda de telas de Gloria, pero eso no
significaba que algún día no lo hicieran.
Fin
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